
Una estudiante de derecho llamada Erin Clark buscaba alojamiento en París y se quedó de piedra cuando recibió mensajes se un propietario que ofrecía una habitación. Este propietario le ofrecía la habitación gratis a cambio de algunas condiciones. A Erin algo le hacía sospechar que si la habitación era gratis algo raro había y en efecto así fue.
La conversación empezó de la siguiente manera:
“-Hola, ¿aún estás buscando un cuarto?
+Lo estoy. ¿Estás buscando u ofreciendo?
-Estoy ofreciendo.
+“Increíble, ¿cuáles son los detalles del lugar? Mi búsqueda no está yendo muy bien… hahaha.
–“Es un lugar grande con dos camas, una cocina, un baño, un clóset grande y un balcón. Es un gran estudio pero busco compartirlo. Hay dos camas 😉 “.
Todo parecía normal hasta que la conversación dió un giro inesperado.
+Ya veo. ¿Tienes fotografías del lugar? No entiendo, ¿tu también vivirás allí o sólo estás buscando que alguien lo arriende? Estaré en París desde el 8 al 10 si es que estás disponible.
-Viviré allí también. Sí, tengo algunas fotografías. Pero déjame explicarte las condiciones. Me gusta ser sometido y tengo un fetiche con los pies, así que el alquiler sería gratis en términos de dinero, pero estoy pidiendo dos servicios, lamer algunas veces tus pies. Y la segunda es que yo usaré un dispositivo de castidad y tu tendrás la llave, para que tengas claro que no ando en busca de sexo. ¿Estás interesada? ¿Estás de acuerdo con las condiciones?.
¿Tu qué harías? ¿Cederías por un apartamento gratis?