Hay ocasiones en que las ganas de orinar aprietan y uno no se puede contener y debe hacerlo en el primer lugar que encuentra. Aunque siempre se debe de guardar un mínimo de decoro para evitar sobre todo que te suceda lo que le pasó a la protagonista de nuestra historia de hoy.
La pobre mujer había bebido demasiado y ya andaba medio en pelotas por la calle y no se le ocurrió otra idea mejor que ponerse a orinar en mitad de la calle, sin ningún tipo de vergüenza. Un señor que presenció la escena no dudó ni un momento en darle a esta chica la lección de su vida.
Seguro que no volverá a mear en mitad de la calle o por lo menos intentará esconderse un poco de la gente para que no la vean realizar este acto nunca más.
Aquí puedes ver el momento en el que la chica recibe una caricia de este señor, un poco enfadado.